Rompiendo
Paradigmas modernos y Post-modernos
Autor: José
Olivares

Dentro de este orden de ideas, se puede
definir a los paradigmas como el “conjunto
de prácticas y saberes que definen una disciplina científica durante un período
específico”, según Thomas S. Kuhn, considerado como el máximo precursor de
los paradigmas. Con base a lo antes establecido, se concluye que los paradigmas
es el conjunto de modelos y patrones que alude a aquellos aspectos relevantes
de una situación que pueden ser tomados como un ejemplo.
Ahora
bien, es de acotar que los paradigmas modernos son los que en un momento de tiempo
determinado prevalecen sobre los anteriores, considerados como los más
innovadores, y en el caso objeto de análisis serían los paradigmas modernos
empresariales, es decir, aquellos que influyen directamente sobre los modelos
llevados por las compañías.
Dentro de
este orden de ideas, dichos paradigmas modernos empresariales lo que buscan es
mejorar el modelo que se va a reemplazar, con la finalidad de tener más
eficiencia en la compañía. De este modo, cuando esto sucede, se da el reemplazo
del anteriormente vigente por un Nuevo Paradigma que introduce los conceptos
que han refutado o modificado al contenido del anterior, tomándose nuevamente
como válido hasta que otro Paradigma se encargue de refutar estos Modelos y
Teorías.
En razón a
lo antes expuesto, se requieren tener nuevas formas de afrontar situaciones
buscando mejorar la empresa con nuevas estructuras organizacionales y
mentalidades gerenciales que rompan con las antiguas formas de hacer las cosas
para dar respuesta a los nuevos retos que requieren de soluciones más creativas
e innovadoras.
Sin
embargo, la transición hacia lo nuevo es una nueva manera de ver algo que se
hace necesario debido a los nuevos desarrollos en la ciencia, la tecnología, el
arte y otras áreas de trabajo, he aquí donde se establece el paradigma, es por
ello que para superarlo es necesario estudiar lo que ocurre a nivel mundial, donde
los procesos de cambios son cada día más dinámicos, en donde las estructuras,
las formas, los instrumentos, los medios y el conocimiento se están renovando,
todo ello hace necesario que se tenga una mentalidad superior y capaz de
entender que algunos cambios son buenos, y luego de aceptar eso, romper
paradigmas, con la finalidad de tener más eficiencia en la empresa.
Así mismo, la situación actual de las empresas en todo el mundo les exige que para
que sobrevivan de una forma exitosa, deberán realizar negocios rentables a
corto y largo plazos, con visión, misión y objetivos claramente definidos,
adoptados y comprendidos por todo el personal involucrado que auguren y
aseguren un futuro promisorio y calidad de vida para todos los participantes,
de acuerdo con todos los factores cambiantes y dinámicos del entorno interno y
externo que las influyen; pero hecho no sería capaz si se tiene una mentalidad
cerrada a los cambios.

Así mismo,
la organización post-moderna hace su aparición en el escenario del mundo
contemporáneo bajo un concepto de crisis de valores y carencia de identidad,
según lo han expresado algunos pensadores al intentar explicar la
intencionalidad del pensamiento posmoderno.
Actualmente, se enfrentan nuevos retos y paradigmas que replantean las
reglas de su comportamiento ante la tendencia de rechazar todo tipo de orden
preestablecido, así como el seguir considerando el triunfo de la razón y la
ciencia como verdades absolutas. Como consecuencia de ello se destaca la
aparición de un relativismo y de un mundo en el que todo se vale.
El aparente
rompimiento de las creencias y prácticas del mundo moderno crea la necesidad de
replantear la creación de un nuevo modelo de organización que ayude a eliminar
las viejas prácticas del modelo Taylorista de eficiencia
económico-instrumentalista, que ha desplazado de sus objetivos y metas, el
fomento de la moral y a los valores humanos.
Los
criterios de eficiencia, productividad, rentabilidad, costo beneficio y
utilidad en torno al capital humano que se invierte en las organizaciones, debe
cambiar su rumbo y orientarlo al crecimiento integral de las personas. Para
lograrlo, se presenta como alternativa el modelo de organización con Alma, que
plantea la posibilidad de que el ser humano alcance un futuro en el que haya un
lugar para todos y en donde estemos representados sin importar la condición
particular.
La organización posmoderna
hace su aparición en el escenario contemporáneo bajo un concepto de crisis de
valores o de carencia de identidad, como lo han expresado algunos autores al
intentar explicar la intencionalidad del pensamiento posmoderno bajo diversas
corrientes, dentro de las cuales se encuentran: Jurgen Habermas, Adorno,
Umberto Eco, Lyotard, Scarpetta, Vattimo, Lipovetstky.
La creación de la
organización posmoderna enfrenta nuevos paradigmas que replantean las reglas de
la conducta individual, grupal y organizacional, ya que el hombre posmoderno
rechaza el orden preestablecido, el triunfo de la razón y la ciencia como
verdades absolutas. Como consecuencia se destaca la aparición de un relativismo
y de un mundo en el que todo se vale. No obstante lo anterior, la experiencia
bien intencionado ha demostrado que la grandeza de las organizaciones no se
fundamenta en garantizar solo la sobre vivencia de quienes las crean, sino
sobre todo, su trascendencia le viene por ser instrumento del desarrollo de la
humanidad.

Es por ello, que para romper los paradigmas
es necesario ser un profesional integral en diversas áreas del pensamiento
humano y poseer un nivel de madurez que permita cambiar constantemente la
cultura organizacional de la empresa, además, estar en constante revisión de
los nuevos modelos que trae consigo el pasar del tiempo, con la finalidad de no
solo estar informado de todo lo que ocurra a nivel mundial, sino también con el
objetivo de que la empresa se desarrolle de la mejor forma posible.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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